El trabajo home-based o a distancia, es un modelo que hoy en día es muy popular. Basta hacer una búsqueda rápida en Google para encontrar millones de fuentes que hablan de los beneficios de trabajar a distancia, en el hogar, en un café, en un co-work space, etc. Cualquier lugar fuera de la oficina, entra en esta categoría.
Por esa razón, muchas empresas están tratando de adoptarlo de alguna forma y mucha gente lo desea como su esquema de trabajo.
No se puede negar que es un modelo muy atractivo. Como un eventual usuario del trabajo a distancia, no puedo negar sus beneficios. Sin embargo, creo que hay algunas verdades que pocos mencionan y que creo que son importantes y deberían integrarse a toda conversación sobre el tema. Para empezar hablemos de tres.
1.Hace falta contacto y comunicación directa (cara-a-cara) con colegas
El modelo de trabajo a distancia puede afectar de alguna manera la transferencia de información, la calidad de la comunicación y el aprendizaje social. Con todo y las nuevas tecnologías, el trabajo a distancia no provee de ciertos factores informales que sí se encuentran en la oficina.
Por ejemplo, las pláticas de pasillo (de corredor). Más de una vez, he discutido temas importantes con compañeros en descansos y reuniones informales que se llevan a cabo en los pasillos o en el comedor. Muchas veces, se me han ocurrido ideas, por el sólo hecho de comentarle a alguien más (un colega) un problema o situación (sin otro objetivo, que el de comentarlo).
Hay algo mágico en compartir almuerzos, dice Patrick Pichette, Jefe de Finanzas de Google.
Hay algo mágico en lanzar ideas, en preguntar desde tu computador a tu colega al lado: ¿Qué piensas de esto?
Eso explicaría que gente como Jason Fried – autor de Rework y CEO/Fundador de Basecamp – que en su organización favorece el modelo de trabajo a distancia y de comunicación asincrónica, opte por las reuniones cara a cara y la comunicación sincrónica cuando hay situaciones críticas que afrontar.
2.No es lo mismo cuando estás casado…¡y con hijos!
Definitivamente, una de las ventajas más seductoras de trabajar a distancia (en casa, en un café, o en una biblioteca) es poder pasar más tiempo con tu familia y amigos. La paradoja, es que ese es también uno de los grandes retos de este modelo.
No me malinterpreten. Yo tengo esposa e hija y me encanta estar con ellas. De hecho, disfruto cuando puedo quedarme a trabajar en casa y saber que ellas están alrededor. Y ese es el problema (uno de ellos). Como padre, a veces es irresistible e inevitable distraerse con la familia.
Por un lado, platicar con mi esposa es algo que me encanta. Por otro, imagínense lo que es estar en una habitación y escuchar que en otra está mi hija llorando porque está enferma.
¿Cómo resistirse a ir a ver qué pasa? ¿Cómo no poner atención?
La familia puede ser el jefe más demandante.
¿No lo crees? Pregúntale a Robert Kelly:
3.Trabajar en casa no es para todos…ni para todo
Justo hace unos días leí un reporte de la ONU, la Organización Internacional del Trabajo y Eurofund que decía que 41% de los empleados trabajando a distancia muestran niveles de estrés más altos que aquellos trabajando en la oficina.
¿Por qué?
El reporte dice que las personas que trabajan a distancia tienden a trabajar “de más” y perder los límites entre la casa, la oficina, el trabajo y la vida personal.
Charles es un colega que vive en Inglaterra y trabaja prácticamente todo el tiempo desde casa. Él dice que no le ha resultado tan sencillo trabajar así, porque es muy fácil terminar trabajando todo el día o de manera desordenada. De hecho, menciona que preferiría trabajar en una oficina, porque así se demarca ciertos límites que para él resultan muy positivos.
Se vale decir “prefiero trabajar en la oficina”. Se vale decir “no me funciona trabajar en casa”. Todos tenemos diferentes inteligencias o maneras de aprender y trabajar. Eso es algo que a veces no entendemos. No porque esté de moda el concepto de digital workplace, home-based office o trabajo a distancia significa que ese es EL MODELO. Por supuesto, le servirá a algunos y a otros no, como a Charles.
De hecho, aquí te dejo una charla que tuve con él hace un par de semanas en Sheffield, Inglaterra, precisamente sobre el tema del trabajo home-based o a distancia (puedes ser parte de estas charlas dando clic aquí para unirte a la comunidad).
Reimaginar la oficina y el trabajo a distancia
Esta nota NO busca demeritar el trabajo en casa NI reivindicar el trabajo de oficina. El objetivo real es dar pie a buscar maneras diferentes de trabajar, de ver la oficina y de aprovechar la distancia.
Por un lado, podríamos empezar por buscar integrar ambos. En la organización donde trabajo, poco a poco se integran más espacios “alternativos” a la oficina convencional, como áreas de coworking sin muros. También se ha puesto más atención al diseño del lugar de trabajo.
Por ejemplo, cada vez se integra más el trabajo remoto sin que necesariamente esto implique que salgas de la organización. Se acondicionan áreas como estaciones de trabajo abiertos y más informales que favorezcan la concentración, la convivencia o la integración y tomando en cuenta elementos como la luz, la acústica o los colores. En este reporte, puedes encontrar las tendencias en diseño de espacios de trabajo para 2017.
Por otro lado, de acuerdo a Hok, se ha comprobado que los empleados responden muy bien a horarios de trabajo flexibles. Cada vez son más las organizaciones que permiten a su fuerza de trabajo, realizar algunas actividades fuera de la oficina, siempre a discreción. Simplemente es agregar flexibilidad al término “oficina” o “workplace”.
Desde mi experiencia, es algo que funciona muy bien. En la organización donde trabajo tengo la oportunidad de trabajar fuera de la oficina. No siempre. Y esa es la clave para mi, no hacerlo siempre.
Sólo opto por trabajar a distancia cuando necesito enfocarme más intensamente en una tarea. No precisamente uso la opción a distancia, como un generador de condiciones para creatividad (por ejemplo), sino para la productividad. He sabido identificar el valor de trabajar fuera de la oficina para mí y sólo lo uso estratégicamente.
Así que una sugerencia sería que si tienes oportunidad de trabajar a distancia, identifiques en qué momentos te resultaría útil salir de la oficina y trabajar en otro sitio.
¿Eres más creativo fuera de la oficina? ¿Favorece tu productividad? ¿Te ayuda a pensar más estratégicamente?
Quizá descubras que no es un modelo para ti. Como Charles. Y eso, esta bien.
Si deconstruimos nuestra forma de “hacer” el trabajo, podríamos identificar cuáles son los momentos y habilidades que se benefician más de un entorno de oficina y de uno a distancia.
Lo más importante al final, es buscar las condiciones donde seamos más productivos, útiles y felices (no hay que olvidar esto último. También agrega valor).
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